Cuestionamiento de la Morfopsicología por Don Xavier Morales:
La Morfopsicología es la disciplina sin aval científico que investiga acerca del carácter y la personalidad, el modo de enfrentar la vida, las capacidades y las actitudes de las personas por medio de la observación de las particularidades y generalidades de su rostro.
Morfopsicología: hacia una teoría Rostro-Personalidad
A nivel morfológico, y según la teoría de la Morfopsicología, el rostro humano puede dividirse en tres áreas diferenciadas, y la prevalencia de una u otra zona respecto a las demás puede ser un buen indicador del temperamento y la personalidad de la persona. Asimismo, nos puede dar buenas pistas sobre qué tipo de inteligencia tiene: cerebral, sentimental o instintiva.
Críticas a la Morfopsicología:
Como ocurre con todas las pseudociencias, sus principios y leyes se basan en la observación, la intuición o, en el mejor de los casos, en investigaciones científicas que han revelado cierta correlación entre dos variables (en este caso, una característica concreta del rostro y un rasgo de personalidad). Puesto que sería completamente disparatado afirmar una relación absoluta entre poseer un rasgo fisiognómico y presentar un rasgo de personalidad, la mayoría de defensores de la Morfopsicología respaldan su veracidad en dichas correlaciones, que al ser obtenidas mediante análisis científicos, no deben ser desdeñadas. En cualquier caso, la veracidad de este tipo de teorías es muy limitada y sus tesis suelen fundamentarse en axiomas más que en datos estudiados mediante el método científico.
Sin embargo, la autenticidad de la Morfopsicología radica en concepciones propias del determinismo genético del carácter, teoría totalmente refutada por innumerables estudios que muestran la influencia decisiva de la educación y del entorno social y cultural en la personalidad, los gustos y las actitudes del individuo, como pudimos comprobar en el artículo del psicólogo Adrián Trlglia “¿Somos esclavos de nuestros genes?“.
Verificación de la Morfopsicología por el Dr. Julián Gabarre:
Morfopsicología y Psicología
El psicólogo social Xavier Morales desautoriza la morfopsicología diciendo que no es científica y determinista, y que muchos estudios ambientalistas refutan el determinismo genético.
Hace un burdo resumen de la morfopsicología (no sé de donde lo habrá sacado), ya que lo que dice contiene grandes errores reduccionistas que pueden causar sorpresa para los que estudiamos con rigor este conocimiento científico y lo estamos probando con estudios científicos con RM, midiendo las formas del cerebro por dentro y sus correspondientes morfologías por fuera, con una precisión inigualable y que poco a poco iremos publicando en revistas científicas. No contamos con recursos económicos institucionales ni privados, por lo que todos los estudios científicos son autofinanciados y no podemos hacerlo con la rapidez que desearíamos.
Doy por descontado que no ha leído el libro “El Rostro y la Personalidad” en su 4ª edición, o su mente no es capaz de entender una metodología que si ciertamente es compleja, el que tiene paciencia y perseverancia la aprende y la llega a dominar, marcando un antes y un después en estas personas. Me remito a las experiencias de los que la han estudiado con la paciencia y profundidad que requiere. Como dicen muchos de ellos, les da un saber concreto que no han podido adquirir con la formación en psicología.
La vehemencia de este informe es consecuencia de la descalificación que hace dicho señor sin conocer.
Descalificar la morfopsicología diciendo que es una pseudociencia, es una maledicencia de una mente reduccionista inmoral, sabiendo como sabemos los que la estudiamos la profundidad y complejidad de la psiquis y el aporte concreto que le da a la llamada ciencia de la psicológica, con la que nos vestimos los psicólogos, y las debilidades en las que se sustenta dicha psicología oficial, ya que sabemos que la psicología tradicional y actual es bastante abstracta. Y más, la psicología social en la que el psicólogo Xavier Morales se apoya, por lo que los psicólogos debemos ser muchísimo más humildes sabiendo de las fragilidades de nuestra ciencia como expongo seguidamente:
Estudié durante muchísimos años la psicología actual y me di cuenta de que esta se apoya básicamente en el autoinforme, es decir, en lo que yo informo al psicólogo o investigador, de cómo me veo yo ante las preguntas que él me hace en la entrevista, o a través de test o cuestionarios.
Las investigaciones científicas actuales siguen haciéndose en base a la misma metodología.
La información a través de las entrevistas, cuestionarios y test tienen “un sesgo insuperable para denominar científica a la psicología”, por lo que voy a comentar seguidamente:
- Si yo no conozco mi inconsciente, ¿cómo voy a dar respuestas objetivas?
- Por otro lado, el psicólogo o entrevistador interpretará lo que yo digo según su formación, sus valores y creencias, por lo que dicha interpretación también es subjetiva.
- Se investiga sobre la percepción (vista), el olfato, el gusto, el oído o el tacto, pero la persona interactúa con los cinco sentidos, por lo que dicha investigación analítica siempre será parcial, ya que no puede evaluar la complejidad.
- Un ejemplo evidente se produce en los procesos de selección: si el candidato es medianamente inteligente y sabe qué es lo que busca el empleador, dicho candidato adaptará sus respuestas en los test, cuestionarios y entrevistas a lo que piensa que le puede interesar oír al entrevistador (empleador). Ocultará las que le pueden perjudicar para no ser seleccionado, por lo que la subjetividad de la psicología es evidente. Tampoco podremos saber con las respuestas del candidato cuál será su actitud frente al trabajo o cuáles son sus competencias naturales (virtudes), aspectos que si detecta la morfopsicología con precisión, y que son determinantes para el éxito del proceso.
- Si la psicología empresarial fuera tan precisa, los directivos de recursos humanos serían indefectiblemente todos psicólogos y vemos que no es así.
Por lo tanto, un psicólogo que descalifica la morfopsicología, sin conocerla como se aprecia en el blog del psicólogo social Xavier Morales, comete una imprudencia aberrante y temeraria que raya la laxitud moral y que le descalifica.
La mayor indignidad intelectual de un ser humano, y sobre todo si se enuncia como psicólogo, es descalificar lo que no se conoce, sabiendo las debilidades de la psicología convencional que acabo de apuntar más arriba.
Cada vez más psicólogos de mente abierta se están formando en morfopsicología (psicología facial) ya que la misma les aporta un saber concreto, preciso y muy útil para saber qué le pasa al paciente y por qué le pasa, y así poder aplicar las terapias de manera precisa, al contrario de la psicología convencional que como he podido comprobar a lo largo de mi vida, es abstracta.
Ningún psicólogo que se ha formado en morfopsicología la descalifica.
¿Determinismo genético la morfopsicología?
Otra forma de descalificar la morfopsicología es tildarla de determinista como hace el citado psicólogo. Con ello, vuelve a descalificarse a sí mismo ya que otra vez nos evidencia que no sabe nada de la misma, lo que le da más indignidad intelectual.
La forma nos informa de la función, o dicho de otra manera, la estructura nos informa de la función, pero sabemos indefectiblemente que con la función, en la mayoría de casos podemos cambiar la estructura y como consecuencia, la función” .
Por tanto, ¿cómo unas personas poco documentadas pueden decir que la morfopsicología es determinista?
Jung ya nos decía que “lo psíquico, es físico y mental, y la cara es una gran verdad que está ahí”.
También decía que “en la cara y la psiquis existe el principio de sincronismo ya que el principio de causalidad me parecía insuficiente para explicar ciertos fenómenos notables de la psicología del inconsciente”.
La neurocientífica Inger Kjaer (1995) nos demuestra que “el rostro, el esqueleto craneofacial y el sistema nervioso central y periférico tienen un desarrollo conectado”. Según De Myer y otros, el “subyacente cerebro y el recubriente rostro, están complicadamente entrelazados”.
Josehp Le Doux explica que los nervios que controlan los movimientos faciales y que hacen regresar las sensaciones desde los movimientos faciales al cerebro van directamente desde el cerebro al rostro, sin pasar por la medula espinal. Ello hace que las conexiones sean más cortas y más rápidas en la transmisión del mensaje nervioso (eferentes-aferentes) debido a esa proximidad entre rostro y cerebro.
Los veinte músculos que tiene la cara controlan las expresiones faciales y las reacciones defensivas, y proporcionan una rica fuente de información, mucha de la cual no es evidente para el inexperto ni a veces para el experimentado. Dichos músculos están controlados por el séptimo nervio craneal y su interacción produce un gran número de expresiones faciales.
Alteraciones en el normal crecimiento del cerebro y la base craneal pueden dar como resultado un modelo facial anormal que persiste después del nacimiento (Sperber 1992; Diewert y Lozanoff 1993ª).
Como vemos, el desarrollo prenatal craneofacial humano no puede separarse, como suele ocurrir, del desarrollo del sistema nervioso.
En estudios sobre embriología facial (Diewert y Lozanoff (1993ª.b), al analizar el crecimiento morfogenético del paladar primario en sus fases iniciales, se ha constatado que existe íntima relación entre el rostro y el cerebro durante el desarrollo craneofacial normal. Según los autores, “el rostro está esencialmente aguantado por el cerebro creciente, que sufre amplios cambios en el desarrollo de su morfología”. (Diewert y Lozanorff, 1993ª)
Boughner y otros (2008), en un estudio sobre anatomía y biología del desarrollo, han llegado a conclusiones parecidas. Estudiaron ratones cuya estructura facial se había modificado genéticamente (se les provocó un acortamiento del rostro). Posteriormente, realizaron un análisis morfométrico y observaron cómo los ratones exhibían una reducción significativa del tamaño del cerebro y de la longitud de la base del cráneo. Según los autores, estos resultados apoyarían la hipótesis de que la reducción en el tamaño facial es una consecuencia secundaria de la reducción del tamaño del cerebro; esto evidenciaría que existe relación directa entre el tamaño del cerebro, la longitud de la base craneal y la estructura facial.
El prestigioso investigador Greoffrey H. Esperber (1992), experto en desarrollo craneofacial, explica la extrema complejidad de los procesos de la cefalogénesis humana.
Según este autor, el desarrollo cerebral y craneofacial temprano interactúan en tal medida que el cerebro debajo y el rostro encima, están inexorablemente entrelazados, subrayando la importancia de los procesos embriológicos que se producen durante el primer año de vida, los cuales provocan un enorme impacto en el posterior desarrollo.
“Los acontecimientos de las primeras semanas de vida intrauterina son los más importantes hechos que predicen la completa vida extrauterina de uno. Lo que está establecido inicialmente para formar el rostro de alguien, dicta todo el futuro de este alguien, porque el rostro de uno es realmente su destino. (Sperber, 1992, p.110)
Por tanto, según Sisodiya y otros (2008) es “mediante estos recientes avances en la comprensión del cerebro humano a través de entidades íntimamente vinculadas, como el rostro, donde los cambios pueden ser más obvios para identificar o más fáciles de estudiar, y en algunos casos pueden facilitar información directa del cerebro, (…) el desarrollo biológico craneofacial se comprende más que el cerebral. El rostro puede ser utilizado como un espejo para entender procesos que se dan en el cerebro y que por su complejidad nos son más difíciles de estudiar”.
Es, por tanto, observando estos vínculos (entre cerebro y rostro) como se puede saber más acerca del desarrollo, la estructura y la operativa del cerebro humano. En este sentido, para los que quieran mayor conocimiento sobre la vinculación de rostro y el cerebro, en las próximas semanas espero publicar mi tesis doctoral en español y en ingles en este Blog.
En el rostro observamos el genotipo y el fenotipo y como consecuencia, la psicología de ese momento. Ejemplo: Si una persona engorda mucho, puede frenar su dinamismo, y si adelgaza, se puede dinamizar simplemente porque va a tener que llevar más peso. Por lo tanto, lo que observamos con la morfopsicología es su biología actual, que está compuesta por su genética y su epigenética, y como sabemos, si tiene más o menos peso, el potencial intelectual será el mismo, pero el abordaje de su vida será algo diferente: más activo o más pasivo y como consecuencia, los resultados globales serán diferentes. He puesto este ejemplo simple pero serían múltiples y no debemos enquistarnos en el debate interminable de “si es la estructura la que hace la función o si es la función”. Ya he explicado que hay un sincronismo.
“El ser humano está sometido a fuerzas y presiones de tipo biopsicosocial (naturales, psicológicas, convenciones sociales, valores culturales) que modifican y construyen (o reconstruyen) el desarrollo natural de su estructura primigenia, dando lugar a una expresión fenotípica facial dinámica y particular”.
Jean_François Lambert (Enero 200), Jefe de la Unidad de Psicofisiologia de la Universidad de Pais IV, Pierre et Marie-Curí, y Presidente de la Unidad de Psicofisiología de la Universidad Interdisciplinar de París (UIP), después de varios estudios realizados con morfopsicólogos, dice: “Si toda actividad mental está necesariamente sujeta al funcionamiento cerebral, una unidad tal no se reduce a la fisiología nerviosa que no sabría construir el horizonte último de la Morfopsicología (…) Todas las relaciones entre estructuras nerviosas y actividad mental quedan más que nunca abiertas y la Morfopsicología encuentra su sitio en esta abertura. (…) La Neuropsicología aporta a la Morfopsicologia argumentos susceptibles para confirmar numerosos estudios empíricos e intuiciones. (…) Invesamente, la Morfopsicologia está capacitada para aportar a la psicofisiologia humana la dimensión de la cual, a menudo, está un poco falta. (…) A través de la Morfopsicología he tenido la oportunidad de descubrir nuevas coherencias entre los diferentes saberes dentro de los cuales el hombre es a la vez objeto y sujeto. (…) Los psicólogos y psiquiatras que, sin conocer, la descalifican, desconocen que existe en las correspondencias de la forma y el psiquismo una realidad muy muy cargada de profundas significaciones”.
El método de aproximación morfopsicológico tiene un valor probado insuperable por ningún otro método humano hasta ahora, como ya lo saben cientos de alumnos, algunos Catedráticos de Psiquiatría, directores de hospitales psiquiátricos, psiquiatras, y múltiples psicólogos, que han tenido la paciencia de venir a formarse al ISM durante dos años y a la formación continuada, ya que han comprendido que “nada profundo y preciso se aprende con unas horas o días de estudio”.
El ingeniero, el graduado en medicina, o de cualquier otra especialidad, sabe que para dominar lo que ha aprendido en la Universidad, va a tener que experimentar y adquirir pericia de lo que ha aprendido durante mucho más tiempo, lo mismo que en la morfopsicología, que se va aprendiendo no por memorización sino por osmosis, hasta que queda uno empapado, y entonces podrá estudiar la singularidad de cada ser humano, que es único.
Por lo tanto, a mis colegas psicólogos (que sean cerrados de mente), les pediría más humildad y que como ya lo están haciendo muchos de ellos, se preparen en este conocimiento complejo, pero con una precisión absoluta, para dar respuestas y soluciones a sus pacientes ya que sin ninguna duda, serán más eficaces y por ello, más respetados y valorados.
Sr. Morales, si no aprende la metodología, la intuición no vale nada. Está faltando a la verdad.
El tono vital que se aprende al observar no es intuitivo, se aprende por el método observacional, y desgraciadamente, no hay todavía ninguna metrología para poder medir el tono que es decisivo para saber la actitud del sujeto ante la vida, si es activa o pasiva.
Con nuestro método sí podemos medirlo. De ahí que uno de mis co-directores de Tesis Doctoral hiciera la siguiente afirmación cuando conoció la dimensión de este conocimiento: “vuestra metodología está a años luz de la psicología convencional pero os costará muchísimo llevarlo adelante dado que los intereses que se juegan aquí son enormes”.
El tono es un elemento esencial para saber el comportamiento de cada ser humano. De ahí parten muchas de las carencias de la psicología oficial. El Sr. Morales dice que es más o menos intuitivo el método observacional, lo que refleja el desconocimiento de esta metodología.
En el rostro vemos el inconsciente del sujeto y su parte consciente. Como uno de mis alumnos, psicólogo de cierta edad, dice: “con esta metodología te cargas el psicoanálisis y la psicología actual, y vamos a tener firmes resistencias”. Pero como he dicho, afortunadamente cada vez hay más psiquiatras y psicólogos que se están formando con rigor y obtienen un saber preciso y concreto inimaginable.
Es verdad que hay personas poco éticas que se han formado poco y tampoco han seguido la formación continuada que se requiere para dominarla. Estos, con el rostro de impulsivos, de débil conciencia de sí, en guitarra, que como sabemos hay una domínate de psicopatía codiciosa, sin ningún escrúpulo, les lleva a organizar cursos incluso on-line en los que no se puede ver el dinamismo de la persona y por lo tanto, son una farsa y un engaño. Esos alumnos no podrán hacer un estudio del consultante, ya que no han aprendido a ver dicho dinamismo de la persona, y además, las fotografías pueden estar alteradas o con enfoques que dan formas de apreciación distorsionadas.
Muchas personas de todas partes del mundo nos piden que les hagamos estudios a través de fotografías, a lo que siempre me he negado sabiendo de los errores que cometería, ya que las fotografías como he dicho, y como dijo Louis Corman, no nos sirven para ver el dinamismo del sujeto a estudiar.
Lo que denuncio es que esta metodología maravillosa la tengan en cuenta los colegios de psicólogos de todo el mundo y que sea integrada como parte de sus enseñanzas cuanto antes, para ser más eficaces y para que se pueda controlar su praxis.
Julián Gabarre Mir
Doctor “CUM LAUDE” en Psicología
Tesis doctoral: Cerebro y rostro: dos caras de una misma realidad.
Fundador del Instituto Superior de Morfopsicología
Autor del libro El Rostro y la Personalidad -rostro, cerebro y conducta-
Gracias por el artículo.
Me ha gustado mucho la reflexión sobre cómo se critica desde el desconocimiento: una epidemia en ascenso preocupante que afecta tanto a ilustrados como a ignorantes. Lo más doloroso es comprobar esta actitud en mentes que se creen “científicas”.
Sin duda la morfopsicologia es una ciencia que debe de ser todavía bien documentada, pero no por ello debe de ser desprestigiada. Todos los que sabemos de ciencia sabemos que el tiempo va corroborado o refutando la evidencia, atacar a una ciencia tan nueva en este sentido es sin duda una demostración de miedo… Gran trabajo al Dr Gabarre.
Excelente informacion
Me gustaria poder estudiar morfopsicologia en donde dan cursos o tambien podria ser enlinea
buenos dias estaria interesante ver visualizar la mente de la cara ,osea separar lo sexual ,lo intermedio creencias y la mente interior de la cara aunque pienso que es sincronico con el meta lenguaje corporal el digitalico ,pero lo bueno es que se acerca a la personalidad como contructo individual,lo que es determinante en hacer prediccion del aqui y el ahora en un individuo.mas no de su caracter como forma de ser.
Quisiera poder tomar un curso de morfopsicologia, podría enviar información.